Llega el final de la tarde y me encuentro, con este hermoso mensaje de Mary Mar que incluye la foto y el texto que siento como un regalo:
"del tranviario de ojos verdes y manos grandes que me recogía en el colegio todos los días, me llevaba a la Dehesa de la Villa a tomar vino y jamón con “Pichi” un gorrión que volaba en libertad pero que al regresar con nosotros a casa dormía en el hogar de la cocina, ahí donde en las noches de invierno nos encerrábamos a merendar pan frito mientras él reescribía poemas de su tiempo en Africa. "
Con el agradecimiento todavía caliente, ahí va el pesado poema (había dicho poeta o similar, por lo último anda el asunto):
SALMODIA PARA EVITAR LA DESAPARICION DE UN DIOS
Loor a aquel que llegó de lejos,
quien humilló ejércitos,
que fue el azote de la langosta
y regó los dinteles, con sangre.
Beautus vir
anuncian los corderos sin mácula,
mudan las serpientes de piel,
huyen las gacelas en su espanto
ante Tu presencia hermosa.
Mas nosotros, pueblo subyugado
no tenemos pan ácimo ni vino
para celebrar tu ausencia con panderos,
¡gran loco!.
Beatus vir,
el coro te canta en las sombras.
Beatus ille
y podredumbre,
la cantinela que a tu grey
no alimenta.
Qui timet dominum
si el último billete a tu reino,
mantiene el celo intacto
y roto al tiempo,
¿quién rasgará el velo
cuándo no estemos?
¿quién cerrará tu puerta?Loor a aquel que llegó de lejos,
quien humilló ejércitos,
que fue el azote de la langosta
y regó los dinteles, con sangre.
Beautus vir
anuncian los corderos sin mácula,
mudan las serpientes de piel,
huyen las gacelas en su espanto
ante Tu presencia hermosa.
Mas nosotros, pueblo subyugado
no tenemos pan ácimo ni vino
para celebrar tu ausencia con panderos,
¡gran loco!.
Beatus vir,
el coro te canta en las sombras.
Beatus ille
y podredumbre,
la cantinela que a tu grey
no alimenta.
Qui timet dominum
si el último billete a tu reino,
mantiene el celo intacto
y roto al tiempo,
¿quién rasgará el velo
cuándo no estemos?
¡Lamento tanto lo que sobra!
Atrapada en este viaje en solitario por el desierto, hago escala en tu oasis para dar gracias al desconocido que fuma y me invita a tomar café (años ya!!). A veces me pregunto por qué los beduinos con que me cruzo insisten en que encuentre un hijo cuando esta valiente viajera sigue buscando un padre.
ResponderEliminar¿Será porque he perdido ya dos, el de ojos verdes y el que me cambió por un paquete de tabaco y no he invitado a nadie a sus funerales?.
Mar
De oasis están los desiertos llenos, probablemente también las sepulturas, pero en los primeros se bebe mejor café. Por cierto, ¿cuándo nos tomamos uno?
ResponderEliminarGracias por tan sobervios documentos gráficos.