viernes, 24 de septiembre de 2010

SEPTIEMBRE V: DE OTOÑO


Hoy me declaro inaugurado de otoño. Bajo al coche por una manta roja de Finnair, individual, casi sin uso. Y me la echo encima, como se echan encima los viejos amantes la ternura. Desempolvo mi guitarra Ybanez negra y dudo. Enciendo una barra de incienso Nagchampa, buena para recordar que este mundo es mi casa. No me desvisto, no me incomodo. He encontrado la puesta de sol que buscaba. He pasado el verano entero sin que me huelan los pies. Con esto me vale. Ha llegado el nano libro de un amigo. He encontrado el artículo dentro de los "clásicos de humor" (eñe) de otro. He escuchado a Ian Curtis que estás en los cielos. Y no me atrevo a colgar "love will tear us apart". Pero quizá sí, quizá me atreva con ese homenaje decadente a Mozart. Con la pequeña serenata diurna.
Extiendo mi piel para que la cojas. Ofrezco mis labios ahora antes que me duelan. Bailo por la radiación del cuerpo negro. Todo lo demás es poesía.
Es cierto, no me han olido los pies en todo el verano.

jueves, 16 de septiembre de 2010

SEPTIEMBRE IV: MALDITO BRONCEADOR

Me he levantado con un humor de lobos. El supuesto atajo para llegar antes a la office (¿por qué querré llegar antes?) me ha desviado cienes de kilometros y minutos (mea culpa). El dichoso mail no ha tenido a bien cargar mis preciadas fotos, que no he podido enviar.  Para mayor industria de males se me ha metido en la cabeza, una de esas cancioncillas "ododosas" que no dejo de tararear. El estribillo, que he cambiado, repite una y otra vez: MALDITO BRONCEADOR.
Vale.
Septiembre ha pasado ecuador. Decía ayer, durante un alarde de ingenio que, "está mostrando las postrimerías del verano por los balcones" ???? Todo vagamente irritante. Septiembre me deja unos cuantos versos sueltos en la libreta. Otros que enviaré para una exposición y que abajo reproduciré, si me da la gana. Alguien me asusta con un: ¡Uh! y por fin, hoy, elijo muerte. He dicho ya que la lluvia de esta mañana no consuela, ¡maldito bronceador!.


TE CREO

Todo es nada, antes de ésta palabra.
Nada será todo, después de la misma.

La que llega, la que se ha ido,
comparten un instante el corazón,
mientras se perfuma el amanecer
con otros verbos.

Un leve contacto es muerte segura,
la caricia sobre el papel es breve,
dioses y demonios viven un goce
inseguro, luego desaparecen.

Llegas y aún es pronto, cuando te vas
sólo quedan las partículas heridas,
nombres compuestos y trazos inútiles
para este vacío.

Nada está conmigo ni está escondido,
salvo el origen de este trazo.

El poema habla del acto de creación y no de otras cosas, por cierto. Grrrrr. Maldito escritor, a ver si sale y se broncea. Grrrrrrrrrrr.

lunes, 13 de septiembre de 2010

SEPTIEMBRE III MITT I

¡Es preciosa! ¡No se parece a nadie!
Ha nacido morena, pequeña, claro, me dice su padre. Y uno que está a la distancia de la noche (ha nacido a la una treinta y cinco) descorcha la botella fría, se estremece entre sentimientos contrarios. Y al cabo ríe.

Cómo no puede ser de otra forma, elabora un pequeño decálogo, acorde a su tamaño:

I. Habrá dioses que protejan a la niña Isolda.
II. Las luces la acompañarán.
III. El fuego.
IV. Tendrá colores todos los días.
V.  Hombros en la tarde para ella.
VI. Conocerá los territorios del aire.
VII. Reposará al lado del agua.
VIII. Sentirá la tormenta y la furia.
IX. Vivirás.
X. Pásalo bien.

Soy capaz, con toda la venguenza en la cara, de invitarla a este planeta u otro. En cualquier caso, entero para ella. No le dejes, Isolda, de recorrer...

miércoles, 8 de septiembre de 2010

SEPTIEMBRE TIENE MAS LETRAS QUE LOS OTROS MESES II

Las líneas rojas. Un desmejorado apetito. El paseo que huye de los cánticos. La copa compartida con el hermano. Dos ríos, uno arriba. Otro río abajo. Todo fluye, todo. Fluye. La piel y el tacto que nunca mienten. La mirada. Territorios del aire. Siempre el aire. Algo negro llamado oscuridad. 5 cigarros en la mañana. 4,40 besos. Cara a cara con el rottweiler de la noche. 3 ardillas atropelladas. 1 pavo muerto. Ghirlandaio, pobre Ghirlandaio. La maleta poblada de retratos. Florencia tan lejos. Berlín. Las llaves perdidas a menudo. Un taxi a puerto, deprisa. La lectura nos hace débiles. Proscritos e inciertos. Siempre el viento. Elíseo. La composición de la aspirina de la tarde. Un ánfora para la radial de la realidad. Virgilio Obras Completas, Puccini Manon Lescaut. El encendedor que no enciende. La mirada de la ventana. Un oso. De. Peluche. De. Mensajes. Locetar 5%. Leica D-Lux 4.

Me dicen que escriba. Me lo repiten mucho por las esquinas. A la entrada de los ultramarinos. Alguien debería preocuparse de impedirlo también. Alguien, algún espacio intercostal. Alguien, algún septiembre.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

SEPTIEMBRE TIENE MAS LETRAS QUE LOS OTROS MESES

Siempre que se respete a la puritanísima P que le imprime caracter. Anochece, cabría decir que no es poco, a tenor de la tormenta. Aunque la inaugural, la que ha traído el día uno, como una caricia de bebé en mitad de la tarde, es de bajo, de barítono a lo sumo. Septiembre se estrena con los dientes limpios. Con un amigo que te espera en una consulta toda la tarde. Con otro que viene norte corriendo y perdiendo aviones. Septiembre no va a ser el mes más cruel, me ha engañado con una moto Vespa vintage y se lo he perdonado. De mañana le quitaré la moto y la chica (es mod con todos sus retrovisores y de color crudo, los ojos de un indefinido azul). Ha traído la visión fugaz de la ropa interior de una camarera a medio día frente a un cafe. La luz de la Vista de Delf, un recuerdo Jorge Semprún, un largo viaje.
El mes decasílabico, contra todo pronóstico, me ha dado inconstantes segundos, un pálido reflejo de paz frente a un escaparate (montra en portugués),  ningún grito. Nadie llora en la ciudad y los mensajes en los semáforos están medidos y hermosos. Luz verde, se pasa, naranja peligro. Septiembre no ha traído aún luces rojas para que hable de ellas ni mudanzas frente al Mare Nostrum. Llegarán, al mes le queda mucha radiación. Le veo desde la ventana, mientras inauguro copa, descorcho un Martue a la salud de los sueños (¿alguien dijo sueños? ¡abandone la sala!) y me pongo insufrible de moña. La cuenta sigue en 2,3,7 (creo que son números periódicos. Soy de letras). Punto y aparte.

Septiembre tendrá más letras que los otros meses.