lunes, 30 de noviembre de 2009

ESA MUJER QUE FRIEGA SU BALCON

Ha salido de las sombras de su hogar, casi en la esquina de la calle. Con la elegancia de una estatua, empuña el mocho escurrido. No la acompaña cubo alguno. El balcón es de hierro, diminuto. Debe ser la tercera planta. Ha hecho las camas, recogido el desayuno, ha despedido a los suyos en la puerta y ahora pasa la fregona. Como una heroína en bata, se enfrenta a la escarcha de la mañana. Eso es todo.

Y no sé cuántos son sus hijos. Uno no ha abandonado aún la casa, otro posee un piso con balcón. Algunos domingos los sienta a la mesa. Abre para todos, una lata de berberechos. Ellos fuman cigarrillos rubios, se van tras el café.

Cuando vuelva agosto veraneará en Benidorm. Lo hace siempre.

martes, 24 de noviembre de 2009

ET IN ARCADIA EGO


ODA A FLAVIO
(Catuli Modo)


A Luis Antonio de Villena


Dicen que, húmedo Flavio,
aborreces la límpida
compañía,
que gustas del salobre
tacto de los jóvenes,
que en el ágora
te muestras filántropo.

No juegues, claro amigo,
los dados de los dioses
a los pies de la encina,
tú, cuya noble frente
coronada, alza la voz
horrísona de los héroes,
ejecutas el pífano.

No olvides que las ondas
del Laertes ya traen, Cándalo,
la rosa furibunda,
tu, que te muestras presto
al halago y la locura,
goza espantoso la hora
de tu asombrosa muerte.


©Lobo Nov/09

lunes, 23 de noviembre de 2009

RESCATES


He pasado la semana pagando rescates. Encontrar al mediador, juntar el importe (que siempre solicitan en billetes pequeños y usados), fijar el lugar para el intercambio, enviar una prueba de vida... Cosas a las que no das importancia la cobran de pronto cuando estás secuestrado.
Recibir una foto, pongamos por caso, de una panera asturiana de 1801 en plena restauración, te produce una emoción íntima (prueba inequívoca de que los tuyos no te han olvidado, pues te solicitan que pagues tu parte).
Acudir a un cine donde proyectan Agora (Amenabar), previo pago del rescate por la entrada, hace que te eches a llorar (ya sé que el guión es grueso, los carácteres un tanto impostados... pero estoy blandito).
Ver juntarse alrededor de la misma mesa a los del guiski de la habitación 214, con nuestros jaleos poemáticos y de faldas, pagando el rescate pero siendo invitados al vermut.
Rodar durante 20 horas seguidas con el coche para regresar al punto de partida. Más viejo y más secuestrado.
Recibir la visita del amigo, todo traje (que resulta ser el mono de trabajo), con los billetes preparados para el pago.
Recibir la del otro amigo, que trae un Mac Air y te habla del Snow Leopard como moneda de cambio para los secuestradores.
En fin, darse cuenta que secuestros y rescates son emoticonos íntimos, que vivo abusando de los paréntesis, que no sé si será por algo.
A santo de qué, a cuento de nada.

jueves, 12 de noviembre de 2009

PIRATAS


Aguardiente en los labios del eunuco,
armas de barniz pardo en el mar,
salitre y soledad entre los dientes
-varados en los ojos de un atún-
tocan todos los timbres por babor.

Sucios de condición y costa pobre,
-se hacen llamar López, Blas-
estiban a puñados
la mentira de la marginación.
Donde el óxido y las algas humillan
las roldanas,
aflora su sal negra en las bodegas...

Calafates, gentes de decomiso,
reciben los trajes de azul ardilla
alegres de alcanfor,
y se mantienen como un árbol firmes
en la azotea.

Solera de cubierta
sus suelas son espuma,
una risotada de defunción,
mientras toman sin sueño
por la fuerza y ebrios, las salinas.

Apenas mean bambú,
apenas te dirigen la mirada,
permanecen parados junto a su eco,
dicen que les duele si el viento rola
si ven faro o costa o navío: el bauprés.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

ACUERDATE DE ABRIL, RECUERDA



No soy capaz de ponerle una palabra, le pondré una fecha al final.

Acuérdate de abril
(Amaury Pérez)

Acuérdate de abril, recuerda
la limpia palidez de sus mañanas,
no sea que el invierno vuelva
y el frío te desgarre el alma.

Acuérdate de abril, recuerda
la luz, pero la luz más clara,
la que el beso más mío deja
donde la boca más lejana.

Acuérdate de mí si abril te llega
tendida, fiel y amada en otros brazos;
acuérdate de mí si abril volviera
con nuevo traje y nuevo lazo.

Acuérdate de mí cuando el otoño
le dé paso a la primavera;
acuérdate de mí si el pensamiento
te libra del amor que te sujeta.

Acuérdate de abril, recuerda
mi voz cantando a tu sonrisa;
acuérdate de abril, que no se aleja
si hay más congoja y menos prisa.

Acuérdate de abril, recuerda
mi andar sobre tu piel, descalzo;
acuérdate de abril, recuerda:
mi gesto en el primer abrazo.

Acuérdate de mí si te sorprende
el viento que otro abril trajera,
acuérdate de mí si nunca sientes
un beso que a tu amor convenza.

Acuérdate de mí, no me abandones
tan solo, que este abril me desespera;
no olvides que el amor vuela de noche
y anida en otro abril cualquiera.


(1974)

P.S. Creo que le conocimos hacia el año 78, tiernos infantes, él hacía estas canciones para niños muertos, que nosotros ya eramos entonces. Nadie ha cantado nunca igual a José Martí, me atrevo a decir que tampoco nadie lo hará.

Y qué de Silvio... hoy tengo el día en Cuba


martes, 10 de noviembre de 2009

LA FIESTA DE LA LIBERTAD (09/11/1989)


LA FIESTA DE LA LIBERTAD


Je n´aime pas les parois
Je ne sais pas


Hay muros delicados en la esquina
del viento infrecuente,
en el rostro de algunos hombres duros,
los hay en los bares, en la diligencia.
Je ne sais pas.
Hay salchichón y vientos difíciles
en la poesía gris,
con su experiencia de versos cortados
como brazos sin fuerza.
I don´t Know.
Los muros se alzan puros
como los berberechos de la gloria,
sobre las cabezas septuagenarias
de los inquilinos habituales.
Eu qué sei.
En un banco del parque
he visto caer las hojas de los libros,
como si fuese otoño,
y muros delicados ocupando
-yo que sé-
del aire, las esquinas.

viernes, 6 de noviembre de 2009

EL PUEBLO MAS TRISTE


El pueblo más triste de la tierra está salpicado de avenidas en obras, de circunvalaciones que no llevan a parte alguna, salvo a largas avenidas en obras. Un viajero desprevenido podría consumir su existencia sin abandonar nunca el auto. Un viajero informado no saldría del aeropuerto, salvo causa mayor.

Los que la habitamos sin acierto (porque llegado es el momento de confesar, que no se trata de un pueblo, sino de una de ésas ciudades importantes, capitales creo que les dicen), gozamos de la Libertad del viernes.

¡Qué triste!

martes, 3 de noviembre de 2009

EL DIA QUE FUE MARTES


A Francisco Ayala, en el día de su no cumpleaños

La gente no para de morirse. Estamos cogiendo un vicio horrible. A ver quién nos lo quita luego…

Y es que muertos los ha habido en todos los tiempos, doy fe. Tengo alguno de la familia y me extrañó siempre esa desatención con la que cruzaban al otro lado. Seguro que Caronte estaba advertido con varios días de antelación. Qué decir del ángel de la Guarda que precisa del mes de preaviso, para buscarse otro trabajo. O del sacerdote del que hay que atraer su atención, en el instante de ordenarse, para que te atienda luego.

La gente no para, “mira todos ésos que ves, están muertos pero no lo saben”, decía mi tío Suso. Y él sabía de lo que hablaba porque nunca le conocí de vivo. A mi tío Suso, de hecho, lo conocí de alimaña yendo a S. Andrés. Y no le iba mal. Era republicano y erraba confundido, eso es todo.