miércoles, 18 de agosto de 2010

HE LLOVIDO POR DENTRO

Ayer sufrí los ataques de una potencia extranjera. El primero fue en forma de calzoncillos rosas, originalmente blancos, hasta la llegada a lavadora de una camiseta roja hindú. El segundo fue de melancolía. Ambos me hicieron llover por dentro. De nada sirvió que mis adorables vecinos dejasen un mensaje en el que hacían pompas de jabón. Bueno, sí sirvió (¡muah!). Agosto me está llenando el tendedero de ropa irreconocible y de canciones que no quiero escuchar. Unos sobres de Iberia, (cuatro) directamente en el tambor de la lavadora y a  90º C redujeron mis pantalones nuevos (baratos) y los boxer (ex-blancos) a su estado original, tras de dos horas. La melancolía se resiste a los polvos milagrosos y a las horas. Expío las mías, lloviendo. La ciudad está vacía.
Aviso a navegantes: no escuchen la canción que sigue o morirán de otra melancolía.
Aviso a mí mismo: ¡qué dejas para septiembre! y ¿esta música es trip hop? la madre que los....