
Ruego que nadie fíe el baluarte de su empresa, su quehacer económico o lo que sea, a estos consejos redactados por mero exhibicionismo.
1. Acerca de los RR.HH. y el coaching
-Confío que los responsables de recursos humanos hayan leído algún Manual de Coaching, es más me daría por satisfecho si, simplemente, hubiesen tenido un libro entre sus manos.
-Los equipos de trabajo tardan mucho en consolidarse pero por lo general se disgregan a partir de las tres de la tarde si alguien no se ha tomado la molestia de hacerlo antes.
-La velocidad de un equipo, al igual que la de los ejércitos, ha de adaptarse pensando en la velocidad del sujeto más lento.
-Preguntado Lincoln, acerca de la altura moral de un hombre:
-Sr. Lincoln, ¿cuán largas han de ser las piernas de un hombre?
Respondió:
-Lo suficientemente largas como para que pueda tocar el suelo.
-Las políticas laborales basadas en la culpabilidad y el miedo, obtienen unos resultados asombrosos de inmediato, pero tienen las piernas muy cortas. A la larga no llegan a tocar el suelo. Les ocurre otro tanto a los ahorcados.
-La implicación laboral no se establece por decreto ley, es conveniente explicarla antes un poco.
-Los que permanecen trabajando después de su jornada, probablemente no lo habían hecho hasta ese momento. Esta figura al empresario le encanta.
-Cuando el responsable del liderazgo sea conocido como “El Justiciero”, habrá que plantearse el concepto de liderazgo.
-Un empresario afamado, ofreció a su hijo el yate de su elección a cambio de que no pisase las oficinas.
-En las empresas familiares convendría apartar de la dirección a los parientes hasta el quinto grado de consanguineidad.
-Un despido es el reconocimiento de un fracaso personal por parte del responsable de la gestión.
-“Hijo, todos estos hombres que has visto yaciendo aquí, eran imprescindibles. Ahora ya podemos continuar nuestro paseo (Gonzalo T. a la salida de unas tumbas etruscas cerca de Milán)
Continuará…
¡Ahí está mi lobo! Dando dentelladas al vampiro, que donde la zarpa no llega la conciencia no redime. Gusto da cuando se me cabrea, compañero.
ResponderEliminarUrce