No estoy dispuesto a dejar pasar el día más largo sin recordarte. Nadie conseguirá por los siglos de los siglos fijar la mirada en un Joyuelo como tú lo haces. El vino no tuvo la culpa, fue la sangre. Y ahora que me alcanzas en la edad del verano y sabemos que Berlin existe, sea la brevedad y la compañía quienes nos visiten:
Y gritas frente a las tormentas,
con las trompetas frente a las tormentas:
que la pasión existe
sin lugar dónde ocultarse,
de la única razón
para ser comprendida.
(Desde los 4 años con la complicidad, la música, la pintura y a veces la escritura, amigo es el insulto más bonito que conozco)
http://www.prestell.net/
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