miércoles, 18 de marzo de 2009

LOS ULTIMOS DIAS PARA POMPEYA Y HERCULANO


El frío de esta mañana me ha traído otros fríos, con diminutos sorbos he apurado el café frío y he salido al mundo que se extiende detrás de la ventana, con la exigencia personal de que nadie me exija nada, convencido de mi transparencia, de la invisibilidad tras las gafas oscuras, del anonimato que supone ser uno de los cuerpos encontrados en Pompeya y Herculano, en actitud doméstica, cubriéndome tan sólo el rostro para no ser dañado.
(Pensé que no iba a encontrar la fórmula para colocar un punto y aparte.)

He recogido el último Adonais 2008: Kora, Rogelio Guedea, nº 608 Ed. Rialp. Y creo que sólo me gusta el poema que incidentalmente descubrió ayer Urceloy:

La poesía no sirve parra salvarte. Para salvar a nadie.
La poesía no sirve para cruzar un río,
para enredar una magnolia en una oreja no sirve.
Celebración de la Garza

Me entero que hoy toca y canta el fantasma de Corcobado en la Sala Heineken y salgo corriendo en sentido contrario, ¡a saber cuántos muertos lleva consigo!.
Con Mamen y Andrés en Gaudeamus, cuánto han sido embellecidas las Iglesias des-consagradas, bombardeadas, recordadas de la calle Mesón de Paredes, ahora escuelas Pías (¡qué horror!) Los arquitectos no han ahorrado hormigón para sujetarla al suelo, Mamen dice que le gusta, el caso es que le han dejado rincones, lugares por dónde asoma y asomarse. Nos ha fotografiado la noche con falsos armiños frente a la cristalera de un banco. Prestell me llevó a casa, lo mismo los veo (con Andrea), en el concierto Paniagua (gracias por la invitación).
Llega otra para Julio, posiblemente en Bejar unas lecturas (qué gran hombre este Urceloy) y otra correspondencia de Gabinete Presidencia del Gob. (¡qué suto!), para informarnos de la política de Inmigración, en respuesta personalizada a un petición de Amnistía Int. que firmé.
La keke necesita que se le acompañe en la educación de Indi, cada vez tiene menos besos.

Como en los últimos días para Pompeya y Herculano, sales a la calle sin saber cuánta mierda te va a caer encima, si de paloma o volcán, si tendrás ocasión de ocultarte el rostro o ya habrás visto demasiado y es tarde, mejor no mirar atrás en cualquier caso, bíblicamente ha dado malos resultados. Los ciudadanos de las urbes sepultadas no han perdido, nunca perdieron su status. Yo salgo a la calle transparente, intentado no ser percibido, ocultando el rostro entre la manos.

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