martes, 16 de marzo de 2010

HOJARASCA, NO

Sé que hay palabras que no deben ponerse en un poema, hojarasca,  pato o llorón sin ir más lejos. Tampoco los nombres de los amigos, aunque en acróstico son aceptables. No debe decirse que titilan o palpitan los astros, ni mucho menos cosas de bajíos, pináculos o abusos del pleonasmo. No se debe en suma realizar un poema en el que aparezca un amigo, un árbol sin nombre y un objeto común, pongamos lavadora. Es mejor hablar del lugar exacto donde reposan las manos de poeta, aunque poeta y es opinión personal, tampoco debería ponerse. Entonces un poema dónde las manos del autor, es mejor así créeme, reposan sobre la mesa y al ser ésta de madera y por tanto de árbol que lo fue algún día, pueden estar empuñando una raqueta. Una raqueta de madera nada excesiva, para que los versos no hablen de ella en exceso. El trenzado del aro puede dejar marcas sobre las nalgas del mundo, azotándolo con vehemencia. Esto no estaría tan mal sino fuera porque las nalgas del mundo, bien miradas, no son gran cosa. Vehemencia participa de oscuros lugares sin aurora y es oxímoron raído. Oxímoron raído en cambio, tiene traje de fiesta almidonado y el almidón para un amigo no está mal. Así el poema habla de un amigo que ante una mesa, empuña una raqueta almidonada y eso es bueno.

2 comentarios:

  1. Don Lobo-Lobito, que aún no he leído su entrada, pero que vengo a decirle que le he visto muy interesante y rizoso leyendo poemas...

    -Qué chulo!-

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  2. Gracias Dnc, me dió muchos recuerdos para ti, la hermosísima "mirada verde". Te echamos de menos. La próxima tienes penalización si no vienes.
    La entrada la tengo que hacer, la tengo que hacer, la tengo que hacer...
    Pero estoy esperando a serenar las emociones, ya sabrás que hubo disgustos innecesarios.
    Un besote.
    O l.

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