miércoles, 30 de diciembre de 2009

EL SUEÑO DE LISIPO

Ayer volví a tener el sueño de Lisipo. Consciente que sólo se sueña por la noche y a veces dormido. Los sueños a plena luz tienen cortesingleses que los cumplen y agencias de viajes y amigos invisibles y alguno visible. Los sueños nocturnos, ése en el que te persigue una baraja de cartas y echas a volar en vertical, en el último momento, aquel otro en el interior de una cueva donde pintas mamuts, o el de Lisipo sólo ocurren de noche en noche.
Lisipo sueña con una Venus que sale del mar  dentro de una concha o un yate lujoso (poco importa), Lisipo sueña con la escultura no con la mujer, pero ya que está ahí...  tiene una tórrida relación con ella en un tren que sale o va a Saint Tropez (y que en el sueño se parece sospechosamente a Aranjuez).  Ella tiene la cara de la hija de Ursula Andrews. Al final oscuros asuntos relacionados con las insalvables diferencias de clase y que a él todo su dinero se le va en una semana, acaban separándolos.
El sueño de Lisipo tiene siempre la ventaja de hacernos despertar sonrientes. En el caso que nos atañe pequeñas modificaciones de lugar y genero, espero que sirvan, para hacer universal mi deseo de que tengáis una muy feliz nueva vuelta al sol.
Y hasta que nos veamos.

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