lunes, 1 de noviembre de 2010

DRADELO LLENA LOS OJOS AL LOBO

Hubo quién me pidió que no me ahogase (dada mi rara habilidad bajo el agua). Quizá porque fuera llovían mares. La intercesión fue sin duda de Santa Bárbara doncella, que un día más nos libró de la centella. Como dice Jelen, mis muertos no son tus muertos... Allí estaban los míos. Bajo un manto de bullotes. Quién los cogió, lo sabe. Tendremos castañas este año, tendremos ojos.




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