Para Prestell
La luz no hiere pero extravía,
nada es lo celeste, ni apenas
coágulos en la sombra.
Amaron mis tobillos,
la muerte en mis dedos :
como una voz que acaricia.
Los hombres son humo,
falanges que huyen vencidas:
música oscura y vino.
Esos violines desfallecerán,
pertenecerán al extravío
como banderas, por los territorios
del aire.
Asombrado , azorado , leo.
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