El paseante se levanta temprano. Siente el pellizco de la mañana en el rostro. Remueve con la cucharilla de plata, el café sin azúcar. Pone en orden su correo, electrónico. Atiende a los pequeños gestos de higiene. Alguien no apagó el rotulo luminoso aun y ya está en la calle. Ahora cruza un parque. El paseante es un poeta piloto y piensa en aviones. Encuentra un objeto extraño en su bolsillo derecho, que no se atreve a sacar, y sonríe. Pronto abrirán los escaparates. Arriba los corazones, abajo los pies. En medio todas las liquidaciones. Es la región más desconocida. Las calles que practicaba y olvidó su nombre. Una señora que parece la noche, arrastra un carrito. Y el llanto se abre paso. El semáforo le abre paso a la calzada estrecha. Alguien debió ser feliz aquí. Hay resto de besos. Un angel ha golpeado con su martillo.
El paseante tiene una razón pero no la comprende.
(La ilustración pertenece a la serie: "Así os vimos" de Alicia Martín-Pozuelo. Gracias)
Me encantan los dibujos de Alicia, qué buena es. Lourdes
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