sábado, 31 de enero de 2009

HABANA EN LA GRUTA


Supón que tienes más de treinta tacos y un grupo de rock and roll.Es sólo un suponer. ¡Tienes un problema! porque tu grupo es la kaña y no hace concesiones y te subes al escenario, como el que se monta en un obús, sin línea regular. Sin billete de vuelta a casa. No future y sabes además, que nunca volverás a Nueva York, que tu chica es veneno, veneno es y…

“Tumbados en la arena,
buscando en el cielo
a la estrella Polar.”


La chica del Pub.

Quieres que Six Punk Rock Songs, tu último disco, no llegue al número uno de los cuarenta, pero que se venda como churros, que para eso te lo has currado, es un suponer mientras te quitas la chupa de cuero y el sudor te recorre, como una emoción íntima. Vamos que te sudan hasta los huevos. Mira que ponerle al grupo El Caso de la Habana (www.myespace.com/elcasodelahabana) , con esos tintes ramonianos y qué cosas más, ahora que revoluciones las justas, si acaso un par de ellas antes de echarse a dormir.


Pero todo esto es mentira, en El Caso de la Habana nadie tiene treinta tacos, tardarán siglos en cumplirlos, let´s go y mientras tanto kaña de Ibanez, Jorge rompiéndose los codos en la batería, Jaspe provocando estados de alucinación colectiva con sus solos, Angel Habana marcando todos y cada uno de los tiempos, como un director de Sargent Peppers (es el más melenudo) y Mariano Habana. Llegó Ricardo desde Gijón, los colegas de Zaragoza. Nos hizo bailar Juanma, mientras tocaba el culo a toda la sala, Raquel (la chica veneno) no paró un instante y vinieron de la mano Jose Luis Navarro (again, salud compañero, escritor del primer Diario de un Poeta recién parado) y Diego y Helder, nuevo en la plaza y Gabba Gabba Hey (creo que la máscara escondía a Manolo).

Hoy que ya es sábado, omne homine post coitum triste est, sé que anoche con una pilser entre los dedos fuimos felices y que El Caso de la Habana no me dejara escribir más sobre ellos si me pongo moña. Así que supongamos que “no puedo estar cerca de ti” y a renglón seguido Mariano le reclama los Martinis compartidos y los besos a ella. Era feliz, Joey Ramone era feliz, los de la cumbre de Davoz no eran felices , y a Mariano Habana le acabaron temblando las piernas y nos fundimos en un abrazo. No podía pedir más.


(Gracias a El caso de la Habana, a Nasti de Plasti y a Viernes 13, por el concierto del Gruta 77, el viernes 30 de enero de 2009)









viernes, 30 de enero de 2009

INVOCACION A LOS ELEMENTOS Y A LAS FUERZAS DEL ABISMO


Quizá sufra de un exceso de grandilocuencia, como quien se calza unas plantillas con halitosis. Quizá hubiera bastado con ponerse bajo la protección del Señor (que nos proteja con algo más que su santo nombre). Visitar el vientre de la ballena de Ismael y rogar por salir sanos y salvos, sobre todo salvos, de aquel otro Leviatán de la Cope y su red de taxistas trashumantes. Quizá baste no desayunarnos unos activos tóxicos, ni comulgar becerro de oro alrededor de la fogata. Valdrá con gestionar la incertidumbre, frenar la culpabilidad y no transmitir ansiedades (Sulle a bocado de taxi, me confesaba que él sólo tiene certidumbres, será por eso).

En la niebla sólo busco el contacto de otra mano, la linterna, el foco beatífico a pilas 1 ½. Fuimos ciudadanos de un país en llamas, clientes de Zanussi y Bru, ahora sólo compradores sin complejos. Y qué hago yo, si ya no quiero nada, si tengo la cueva de Alí Babá entera y no sé dónde recolocar a los 40 ladrones, venidos de no tan lejos. Cuelgo este anuncio, al que sin querer me he apuntado:

“Se buscan hombres para viaje peligroso. Sueldo bajo. Frío extremo. Largos meses de completa oscuridad. Peligro constante. No se asegura retorno con vida. Honor y reconocimiento en caso de éxito.”
Sir Ernest Shackelton, a bordo del Endurance, rumbo al Atlántico Sur.

El tonton me envía A-6 arriba, mira que estaba claro lo del Atlántico Sur, pero los olvidos viajan más de prisa, sólo las nostalgias cambian de sitio. Busco asidero en la voz de otro viajante:

“He subido a los montes, he franqueado las cimas; pero los caminos llanos son los que más me cuesta andar.”
Ho Chi Ming.

Esta mañana nos ha visitado la niebla, esta noche tocarán los de El Caso de la Habana en el Gruta 77 (C/ Cuclillo,6 ) y habrá que hacerles unas fotos. Si logro permanecer erguido frente a la pantalla, sino me infrinjo heridas incurables en la espalda (¡qué la del primo Antonio cure pronto!), mañana os lo cuento.

Voy de la mano de Boris Karloff por Arturo Soria (somos hijos de Frankestein, sin alcanzar su talento) y el tranvía 70 (en caso de pericolo, tiren de la maniela) se aleja indiferente, indefinido, nunca lo veremos circular más. El abate loco de Santa Maguncia vocifera (ante el asombroso enojo de sus superiores) por las copas de los pinos, Samson y Dalila dan los primeros pasos para la destrucción del Templo.

jueves, 29 de enero de 2009

Bienvenida


Bienvenido quien quiera que seas, creyente o infiel, bebe el vino dulce de Beocia y olvida